Lacan plantea que, cuando se ama, no es asunto de sexo. El amor le da vueltas al hecho de que la relación sexual no existe, es un velo que procura cubrir ese desfasaje estructural que impide el encuentro.

Muchas canciones suelen presentar esa función que tiene el amor de suplir la no relación, ¿puede una canción dar cuenta de lo que está detrás?

Hay un tema de Queen que pretende ser directo en lo concerniente a la relación sexual: "Get Down, Make Love". Hay frases explícitas sobre el acto sexual, pero lo esencial ocurre cuando repentinamente se quiebra y da lugar a un intermedio de más de dos minutos. La guitarra de May y la voz de Mercury juegan; ruidos distorsionados y gemidos se cruzan en un encuentro imposible. Es el colapso del sentido, ecos de la irrupción de un goce que no se deja domesticar por el significante.

La canción se descompone en efectos sonoros estridentes, donde la palabra se diluye en ruido. Este tema no es un himno al sexo, sino un testimonio musical de que no hay proporción sexual, de que el intento de "hacer el amor" tropieza, y lo que queda es un sujeto gozando solo, gritando entre distorsiones, evocando un lazo que no puede escribirse.

"Get Down, Make Love" podría leerse como el intento fallido del sujeto de inscribirse en una relación sexual a través de la pura demanda. Pero en la medida en que el goce no responde al deseo, sino que lo desborda, lo que irrumpe es lo real del sexo.

Algo no se tramita por la vía del amor, ni de la palabra, sino que retorna como grito, como sonido desorganizado. No se canta a una relación posible, se pone en juego su impasse. Podemos pensar este tema como una suerte de cifra musical de la no-relación sexual.

Como nota de color durante la dictadura en Argentina, esta canción fue prohibida, eliminada del álbum "Noticias del mundo". Se le pidió a Queen que no la interpretara en su recital de 1981. Pero la banda no aceptó las sugerencias de la represión.

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