Ella, treinta y un años, se describe a sí misma tan alegre como sociable, habitué de las aplicaciones de citas, se lamenta por no haber tenido jamás una relación amorosa. Dice que ella es la única responsable porque tiene miedo de entregarse. Él, de treinta y cuatro, se fue a vivir al campo hace varios años, "buscando una vida más simple", busca una mujer "fresca" con quien envejecer. Se ven por primera vez en su boda, al día siguiente viajan al Caribe y luego se instalan en un departamento londinense que se supone será su nido de amor. Un mes después se separan, terriblemente decepcionados.
¿Qué pasó? ¡Pues nada! No hubo amor a primera vista, ni consumación del matrimonio, todo lo contrario de lo que prometía el nombre del reality show, Married at First Sight. ¹
Sin embargo, según los expertos en citas que los habían vinculado basándose en diferentes test, se trataba de un match interesante, que combinaba similitudes –poco experimentados, con aspiración al amor eterno y gustos en común– y contrastes –ella es extrovertida, mientras que él es estable–.² En resumen: debía funcionar, ¡pero no funcionó! Perplejidad general en el programa.

Si estos expertos en encuentros no son evidentemente lacanianos, ¿lo son más los psicoanalistas? En 1968 Lacan lo pone en duda. Durante su Seminario sobre El acto psicoanalítico, señala que al evaluar las relaciones entre hombres y mujeres con una referencia naturalista, "se llegarían a enunciar cosas que de hecho se presentarían como locuras".³ Le divierte también el psicoanalista que se deja dominar por su "instinto de clínico", o incluso por su "intuición íntima": "El tipo viene a contarles que estaba con una chica bonita en el chalet de la montaña, que no había razón alguna para no avanzar, simplemente no tuvo ganas, y ustedes dicen: ¡Oh! Ahí hay algo… ¿Por qué no funcionó? Primero investigan si esas detenciones le sobrevienen a menudo. En suma, se lanzan a toda una especulación que implica que la cosa habría debido funcionar". ⁴

Unos años más tarde, Lacan promueve la primacía del Uno. Más allá del Edipo existe el Uno para cada ser hablante porque el significante "solo" marca el cuerpo por azar, convirtiéndose en causa de un goce singular, imposible de negativizar y fundamentalmente autoerótico. Helo aquí ser hablante, separado de todo instinto natural, exiliado de la relación con el otro sexo. Pero que esta relación sea imposible y que su único partenaire sea su goce⁵, es algo que podría ignorar toda la vida. En efecto, después de este choque contingente, el ser hablante se apresura a abonarse al inconsciente, haciendo bricolaje de creencias e ideales y adornándose con múltiples semblantes. En otras palabras, en respuesta al azar, se construirá un destino que no cesará de escribirse. Y cuando su goce lo hace vibrar al resonar de manera imprevista con el de otro, es decir, cuando el milagro del encuentro le "cae" encima, también allí recurrirá al sentido y dirá, como todos los expertos en encuentros, que tenía que suceder, que estaba escrito y predestinado dada la compatibilidad de sus perfiles, necesariamente significantes.
Al situar el Uno, causa de la ausencia de la relación sexual, antes del inconsciente, Lacan nos dejó un recurso para sacar al psicoanálisis del torrente de palabrería que esta "molesta relación",⁶ provoca necesariamente. A los psicoanalistas, si quieren ser lacanianos, les corresponde convertirlo en la brújula de su acto para perturbar la defensa que el parlêtre ha establecido y reconducirlo a la soledad del Uno del que no quería saber nada.
De este modo el psicoanálisis abre una oportunidad al parlêtre que acude a él para hablar de su drama de amor. Se trata de la posibilidad inédita de desprenderse de su destino necesario en su relación con el otro sexo y hacerse responsable de lo incalculable, es decir, de su goce sin ley, que dirige la orquesta y puede hacer que de pronto se enamore de alguien o no.

^[1] "Casados a primera vista".
^[2] Cf. Married at First Sight, UH, TV, Temporada 9, 2024.
^[3] Lacan, J., (1967-1968) El Seminario, Libro 15, El acto psicoanalítico, Buenos Aires, Paidós, 2026, p. 222.  De próxima aparición.
^[4] Ibíd.
^[5] Cf. Miller, J.-A., (1997) "La teoría del partenaire", Revista Lacaniana n.º 19, Año X, Buenos Aires, Grama ediciones, octubre de 2015.
^[6] Lacan, J., (1973) "Nota italiana", Otros escritos, Buenos Aires, Paidós, 2012, p. 331.