Lacan aborda el registro sonoro por la voz, definida como aquello que, en el margen entre sonido y silencio, encarna la presencia del Otro. De los cuatro objetos a de esta presencia, la voz no respeta el dentro/fuera de la estructuración escópica corporal. El registro sonoro trae la paradoja de, por un lado, ser aquel que, como ningún otro, hace que la relación sexual exista por la sintonía colectiva casi mística que promueve y, por otro, lleva a la pérdida de nosotros mismos en vertiginosa experiencia de disolución de sí. Tal vez por eso, la tradición musical es tan ordenadora, desde el clavecín bien temperado hasta el martilleo de los ritmos electrónicos actuales*.
Nada de este ordenamiento se hace sin el silencio. Y es exactamente con el silencio que cuenta el corte interpretativo, solo que, en vez de articulado en composición con el tejido sonoro, será un silencio atravesado. En este sentido, la síncopa, los contratiempos y las disonancias en la experiencia sonora podrían acercarnos a lo real de la interpretación. Confrontando, intuitivamente el paso ritmado del axé con el tiempo éxtimo de la samba, ¿no se advierte cómo el juego de comunión yoica se distingue del modo en que el corte puede componer la trama de un análisis?
En cuanto a la continuidad del goce, como goce opaco, Uno del goce, como destaca Jacques-Alain Miller, ¿cómo situarlo? Sabemos que este goce corre por fuera de la fantasía y sus melodías y que la conclusión del análisis pasa por una experiencia que puede incluir un des-ser, pero ninguna disolución.
No puedo imaginar una mejor traducción musical de la iteración de ese goce que las secuencias circulares de una gaita escocesa. Allí, una tónica se mantiene en el aire mientras variaciones contingentes se desarrollan incesantemente.[1] Lo que anima la estructura melódica deja de ser silencio, permaneciendo sin embargo en un no-lugar: puede ser tanto escuchado, eclipsando la melodía, como dejado en la sordera. Nada muy agradable, pero el goce del sinthoma no siempre será perturbación, ¿se volvería apenas más partenaire?
Última ilustración musical, brasileña. ¿No se podría oír ese goce en el "soplo" del acordeón del forró, en el que el vaivén urgente del fuelle imprime una continuidad entre las notas, sosteniendo una presencia ante el Otro, sin rima ni razón?[2]
* Escrito para el blog del XV Congreso de miembros de la Asociación Mundial de Psicoanálisis, París, 2026.
[1] Vean este ejemplo: Dark Isle. The Scottish Bagpipes Highland Pipes. En : Famous Scottish Bagpipe Music, Vol. 2, 2015. Spotify, (1 min 34 s). Disponible en: https://open.spotify.com/intl-pt/track/47zt7NTwThH6HFi6bmSS9Q?si=3862f75008d8439b
[2] Resfolego es un término regional para la respiración, intensa continua y sin embargo irregular del acordeón, que se puede comprobar en este ejemplo: Xiquexique, Tom Zé. En: Com defeito de fabricação, 2007. Spotify, (5 min 25s). Disponible en: https://open.spotify.com/intl-pt/track/3wyElammb2nsBW3C9fAkIk?si=c446bd58125c4724


